miércoles, 20 de abril de 2016

El ingreso de la ilegalidad e inversión cero a las calles

Avellaneda, Miércoles 20 de Abril del 2016


Desde hace días en la ciudad de Buenos Aires, irrumpió en las calles el nuevo sistema de transporte fundado en el año 2009 en California (USA) llamado UBER. Se trata de un sistema en el que la empresa norteamericana contacta a un conductor con el pasajero que utilizó la aplicación para realizar un viaje, una vez que finaliza el viaje y el usuario abona el servicio, la empresa se queda con una comisión (25%). Además el pasajero que realiza el viaje, recibe los datos del conductor que vendrá a buscarlo, su localización actual y puede abonar con tarjeta de crédito a un costo relativamente menor al de un taxi o remis.


Hasta aquí a cualquier persona le parecería muy interesante el servicio y no vería con malos ojos la incorporación de estos automóviles a las calles de nuestras ciudades. Pero detrás de todo esto se esconde un negocio multimillonario y empresas muy perjudicadas por la vigencia de este emprendimiento.


UBER es ilegal y no respeta la normativa argentina para el transporte de cualquier pasajero. Uno cuando viaja en estos vehículos debería saber que el “chofer” que lo está llevando quizás no tenga el registro de conducir con clase profesional cómo si lo tienen los taxistas. Es decir, cualquiera de nosotros podría ser chofer de esta empresa, solamente necesitaríamos no tener antecedentes penales y un vehículo relativamente nuevo pero… ¿Todos están capacitados para manejar y trasladar a los pasajeros?, demás está decir que estos autos tampoco tienen el seguro para los pasajeros a los que transportan, por lo que de producirse un accidente saldrían perjudicados los pasajeros, y el dueño del auto (ya que debe pagar el arreglo del automóvil, no la empresa).


Para seguir sumando puntos por lo cual el ingreso de UBER es ilegal y no contribuye monetariamente a nuestro país, es porque tampoco pagan impuestos, realizan evasión fiscal y no les interesa para nada las leyes de los países donde se encuentran. 

Las empresas que se ven perjudicadas por la llegada de este nuevo sistema se hicieron sentir en las calles de Capital Federal y en todos los canales de televisión, aunque lo único que generó fue hacer más popular la aplicación de esta empresa y que la gente comience a utilizarla ante el escaso transporte que había para utilizar. Hoy en día y por los constantes cortes de calles que se producen, generan un mal estar en la sociedad evidente, y la empresa norteamericana se pone en la vereda de los "Perjudicados". Si se optaran por diferentes medidas de reclamos, la gente comprendería el por qué y defenderían dichas acusaciones a esta compañía.  

Yo estoy en contra de este nuevo servicio que llena las arcas monetarias de los dueños y fundadores de UBER y perjudica el trabajo genuino de otros trabajadores que si están adecuados a las normativas y leyes que rigen en el país. 


Y VOS... ¿De qué lado estás? 

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