¿Es posible quebrar el blindaje mediático?

El mundo de la Internet viene siendo eje de discusión hace varios años, incluso en varias áreas. En los medios de comunicación, no nos quedamos afuera. 

La existencia de las redes sociales han dado al consumidor algo de "poder" con respecto a la información a la que accede: la chance de "participar". Es regular ver en noticieros nacionales de alto raiting alentar a sus espectadores a participar a través de Twitter o Facebook con los famosos hashtag o simplemente dar su opinión sobre temas que se estén discutiendo. Los grandes medios: la televisión, la radio y los diarios de papel, se han adaptado a las nuevas maneras de generar información, sin embargo, el mundo de la web amenaza con ser cada vez más libre, más democrático y, por tanto, más molesto para las grandes corporaciones, incluso las mediáticas que son las que le competen a este escrito. Los diarios de papel en nuestro país han sufrido la aparición de los sitios digitales de información al punto de que los más importantes han bajado considerablemente su cantidad de tirada diaria, es por esto que cada uno abrió su propio sitio online. 

Los grandes monopolios de la información, que son quiénes eligen diariamente qué debemos saber los ciudadanos y qué no, sufren el quiebre del cerco mediático que los ciudadanos desafían día a día en la web. El doble rol del navegador de Internet, lo que Ramonet llamó "prosumidor", productor y consumidor a la vez, presiona a estas corporaciones a informar algunas situaciones que, quizás, nunca hubieran informado. Un ejemplo de esto es la noticia de Ariel, el niño de ocho años que fue baleado por gendarmería en la villa 1-11-14 mientras ensayaba con su murga en una plaza, que después de quince días de ser compartido en la Internet y denunciado y reproducido una y mil veces por varios usuarios y sitios de noticias, los medios de comunicación masivos tuvieron que hacerse eco de la información y agregarla a su agenda mediática obligatoriamente. 

Gracias a las nuevas tecnologías como las cámaras de video en los celulares y a la existencia de Internet, podemos acceder a información que quizás nunca hubiera llegado a nuestro alcance. Un ejemplo pueden ser los miles de videos de policías que abusan de su poder ante adolescentes en una plaza, o prisioneros en una cárcel. O quizás personajes de la política que han sido protegidos mediáticamente, como el famoso video del Presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger que revela los consejos de Durán Barba para su campaña. 

Quizás es utópico creer que la democratización de la información de la mano de Internet es un paso ante la masiva monopolización de la palabra de las grandes corporaciones mediáticas, pero no es demencial pensar que los avances de Internet ayudan a construir, gradualmente, una comunicación mejor y más democrática.